Publicación: El mito de Ixión
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2019-12-12
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Universidad Nacional de Educación a Distancia (España). Escuela Internacional de Doctorado. Programa de Doctorado en Filología: estudios lingüísticos y literarios
Resumen
El mito comienza su andadura, para nosotros, a inicios del siglo V a. C. En los Poemas Homéricos Ixión es una sombra. Lo echamos en falta en la katábasis de la Odisea (XI). No es sino con la cerámica de figuras rojas cuando nos lo encontremos atado a su rueda entre el 500 y el 490 a. C.. El primer relato completo que encontramos del mito en una obra conservada tiene como autor a Píndaro, en los años 70 o principios de los 60 del siglo V a. C., en ella aparece casi completo el relato del mito. Se trata de la oda Pítica II, dedicada a Hierón de Siracusa. El tema fundamental del mito inserto en esta composición lo constituyen las funestas consecuencias que trae consigo no ser agradecido, especialmente con los dioses. Ixión intenta seducir, a pesar de los beneficios recibidos por Zeus a Hera. La purificación, tan relacionada con la boga del orfismo en la Grecia de aquella época, la encontramos en las obras ixiónicas de Esquilo, aunque de ellas solo conservamos fragmentos rescatados de escolios, léxicos bizantinos o referencias de otras obras. El Ixión de Eurípides, también perdido, como el resto de su obra, será el que tenga mayor pervivencia en el siglo IV a. C., en el mundo Helenístico y en Roma. Es el Ixión que encontramos reflejado en las pinturas vasculares. Eurípides no aleja el mito del tema purificatorio pero refuerza otros aspectos del mismo: Ixión es un personaje odioso, malvado por excelencia, pero de fuerza casi titánica. La huella de Eurípides, y también de su Ixión, es grande: tal como se presenció en escena y se ve en la pintura vascular vinculada a ella, es un ser dotado de una fuerza titánica, que sostiene la bóveda celeste. El Helenismo con todos los cambios que entraña va, por supuesto, a afectar a nuestro mito. Éste sufre una alteración sustancial: el castigo del lapita ya no se produce en el cielo, dando vueltas en las alturas, sino en el Hades. Ese paso se da consciente o inconscientemente en las Argonáuticas de Apolonio de Rodas (III, 60-64). Este carácter infernal acarrea determinadas consecuencias: la consideración de una caída que lo conduzca al Tártaro y su inclusión en la típica lista de los castigados infernales: Sísifo, Tántalo, Prometeo, Ticio, las Eumenides. Paléfato, en Sobre las cosas increíbles, hará pasar a Ixión por la criba de una crítica racionalista, buscando una interpretación historicista que, liberadora de los aspectos fantásticos, hará el mito más creíble, pero menos imaginativo. En Roma el tratamiento del mito de Ixión tiene unos rasgos característicos: - Se mantiene el influjo del orfismo, que ya había acompañado al mito desde sus orígenes. - Los autores suelen ver desde dentro la experiencia de Ixión en su castigo y no es raro que se presente cierto sentido de compasión por Ixión, vinculado al referido orfismo, o a la mentalidad estoica. -Ixión forma parte preferente, junto a sus compañeros de tortura, del paisaje infernal, apareciendo a veces en el primer lugar del listado, y constituyendo un símbolo preferente de la muerte, por lo que no es infrecuente verlo representado en sarcófagos..
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Categorías UNESCO
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Centro
Facultades y escuelas::Facultad de Filología
Departamento
Grupo de investigación
Grupo de innovación
Programa de doctorado
Programa de doctorado en filología. Estudios lingüísticos y literarios.