Publicación:
Turismo y apropiación ideológica: la reconstrucción de Toledo como símbolo de las Reconquistas

Fecha
2017
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CIRICE (Centro Interdipartimentale di Ricerca sull’Iconografia della Città Europea)
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Resumen
El 9 de marzo de 1940 se aprueba el Decreto por el que se declaran Monumentos Histórico- Artísticos las ciudades de Santiago y Toledo. El decreto no atendía al antiguo deseo del Ayuntamiento toledano que, desde 1926, reclamaba que toda la urbe fuera declarada ciudad monumental, como culminación de la política de declaración de monumentos desarrollada en las primeras décadas del siglo. Las intenciones del decreto conllevaban un pensamiento bien diferente. Cuando en 1887, tras su destrucción por un incendio, se pretendía la declaración del Alcázar como monumento histórico nacional, se justificaba en los valores inmateriales inherentes al hecho de haber sido residencia de reyes. En 1937, con la ciudad ya en manos de los rebeldes y bastante antes de que terminara la guerra, se procedió a la declaración del Alcázar (decreto 221 de 1937). En este caso, la justificación volvía a estar revestida de tintes inmateriales, aunque diferentes a los anhelos decimonónicos, pues se justificaba en haberse convertido en “síntesis de nuestras glorias, faro de la catolicidad y guion del hispánico imperio”. Se empieza a construir una apología propagandística para convertir el Alcázar y Toledo en auténticos símbolos patrios.
Descripción
Categorías UNESCO
Palabras clave
Toledo, reconstrucción, mudéjar, neomudéjar, Guerra Civil, González Valcárcel, fábricas toledanas
Citación
Centro
Facultad de Geografía e Historia
Departamento
Historia del Arte
Grupo de investigación
Grupo de innovación
Programa de doctorado
Cátedra
DOI