En el presente trabajo se pretende poner de relieve la trascendencia que el fenómeno del blanqueo de capitales despliega en algunas profesiones jurídicas y, concretamente, en el abogado en el ejercicio inherente de sus funciones. En este sentido, la afección es doble, de un lado, la Ley de Prevención del Blanqueo de Capitales establece una serie de obligaciones al abogado, con su correlativa sanción para el caso en que estas no se cumplan; y por otro lado, la amenaza del Derecho Penal es patente cuando estos profesionales actúan superando el régimen de tolerancia permitido por el ordenamiento jurídico en aquellas actividades relacionadas con el blanqueo de capitales.