Lázaro González, Javier2024-05-202024-05-202010-01-15https://hdl.handle.net/20.500.14468/18779En esta investigación planteamos la posibilidad de superarnos, de ser nosotros mismos en lo que hacemos y de ser felices. Es la respuesta a la mirada reflexiva de la realidad social en la que vivimos los profesionales de la educación. Trata de recordarnos la excelsitud de nuestra vocación, de valorarnos como personas y de recobrar la alegría en nuestra tarea. La propuesta que presentamos se puede convertir en un itinerario a recorrer. Nuestra personalidad la construimos ladrillo a ladrillo, con gestos concretos que modelan nuestro corazón, sede de nuestros gozos. Nos detenemos en aspectos tan concretos como la compasión, la paciencia, la distribución de nuestro tiempo o la empatía. Se trabaja con un lenguaje coloquial, cercano y asequible. Nos servimos de ideas antropológicas que hemos necesitado presentar para fundamentar lo que decimos. Pensamos como Altarejos: "el conocimiento personal que surge en la acción educativa no puede agotarse en el perfil psicológico. El conocimiento personal se hace posible al contemplar juntos una realidad. Y este conocimiento sólo se obtiene al educar". Puede estar orientado a los docentes que tienen una coherencia en su vida, pero que deben renovar cada día su fidelidad, o a los que han perdido toda ilusión. La estructura del trabajo está dividida en cinco capítulos, tratando de indagar en los aspectos que inciden directamente en la tarea docente y sus repercusiones en la alegría como plenitud personal. En el primer capítulo nos hemos centrado en dos puntos de partida: la persona de por sí tiene ansia de superación y, por tanto, se puede educar. En la segunda parte, señalamos la realidad social que nos toca vivir; proponiendo pistas de solución, por las que luego trascurrirá el resto del trabajo. En el segundo capítulo se ve la necesidad de la alegría en la vida humana. Hemos entendido que la fiesta y la celebración tienen que formar parte de nuestra vida como expresión de plenitud. En el tercero señalamos algunas de las virtudes necesarias para tender al fin: la generosidad, la paciencia, la esperanza, la verdad, la responsabilidad, y la afectividad, entre otras. En el capítulo cuarto nuestro interés se ha centrado en las actitudes necesarias para descubrir y mantener la alegría. Se menciona al silencio, la distribución del tiempo, la perseverancia y el proyecto personal, como forma de organizarse a sí mismo. El docente se tiene que sentir dueño de sí para que los demás lo perciban como un guía. En el quinto acompañamos al docente dentro de la comunidad educativa en la que está inserto desde distintas perspectivas: los alumnos, la autoridad, el acompañamiento, etc. Es la culminación de un camino recorrido. El docente pone en práctica todo lo que se le ha ido proponiendo en los capítulos anteriores; con la adquisición de un bagaje ético. A través de las virtudes y convicciones, ahora puede vivenciar la alegría de la relación positiva que establece con los compañeros de trabajo y los alumnos. Hemos creído importante seguir este planteamiento haciendo más patente la urgencia de la organicidad de la vida del docente, de su autenticidad y su coherencia en todos los ámbitos. El trabajo se ha llevado a cabo en la actividad misma de educarnos y educar. Recoge impresiones de una observación participada, contrastada con la bibliografía. Nos hemos centrado en el trabajo de los docentes, aunque muchas de las recomendaciones son aplicables para cualquier vida que esté empeñada en su crecimiento personal. Nos anima la necesidad de tratar de devolver agradecidamente tantas posibilidades de educar y educarnos; estamos convencidos de que en la medida en que se comparten las experiencias a otros, se enriquece y se afianza en nosotros lo que damos. La concreción del trabajo se ha llevado cabo con el acompañamiento de la Dra. Marta Ruiz Corbella, que con sus oportunas apreciaciones ha ordenado nuestros pensamientos.esAtribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacionalinfo:eu-repo/semantics/openAccessLa ilusión de educar : el papel de la alegría en la acción docentetesis doctoraleducacióndocencia