Corti Varela, Justo Lisandro2024-05-202024-05-202010978-84-936991-8-5https://hdl.handle.net/20.500.14468/15397La crisis financiera actual puede ser una oportunidad importante para relanzar las relaciones transatlánticas. La toma de conciencia de las limitaciones de una política exterior exclusivamente unilateral por parte de la nueva administración americana, así como la consolidación de la integración europea -con el euro y el Tratado de Lisboa como paradigma-, constituyen un acercamiento de posiciones mucho más fuerte que la distracción que podría representar el surgimiento de las nuevas potencias regionales (China, India, Rusia, Brasil). A modo de "laboratorio de la globalización" -o en terminología comunitaria, de "cooperaciones reforzadas"-, el eje transatlántico podría constituir un contexto privilegiado donde probar mecanismos de gobernanza que luego puedan ser utilizadas a nivel global y, de este modo, ejercer un papel de liderazgo en los nuevos foros del mundo multipolar (G20).esAtribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 InternacionalMás allá de la gobernanza financiera: energía y agricultura en una agenda económica renovadacapítulo de libro