Wissenburg, Marcel2025-07-042025-07-041999-01-01https://hdl.handle.net/20.500.14468/28869Entre los círculos de los teóricos políticos verdes, el liberalismo, en cuanto teoría política, es visto a menudo como un factor que contribuye a la persistencia de los problemas medioambientales. Frente a esta extendida ¡dea, el autor mantiene que existen formas mediante las que la filosofía política liberal dominante puede enriquecerse con el tipo de premisas que permiten discutir sensatamente cuestiones medioambientales. En este sentido, considera siete posibilidades: mejorar el componente democrático del pensamiento liberal; reconsiderar las condiciones lockeanas; incluir a la naturaleza y a las generaciones fiíturas como sujetos de la justicia; transformar el cuidado medioambiental en un objetivo de la justicia liberal; reinteipretar el principio de ahorro de John Rawls y, por último, introducir el denominado «principio de moderación» como una restricción medioambiental de segundo orden para la atribución de derechos en la sociedad. Aunque «teñir de verde» el liberalismo es una condición necesaria, pero no suficiente, para un mundo más verde, el autor intenta demostrar que puede existir algo así como un liberalismo verde.esinfo:eu-repo/semantics/openAccessUna democracia liberal sostenibleartículociencias políticas